¿Alguna vez te has preguntado cómo sería en realidad estar en la Pasión de Jesús?
Tendemos a acercarnos a los Evangelios como a una historia, muy alejada de quiénes somos y dónde estamos hoy. La tentación es distanciarnos y acercarnos a ellos de una manera impersonal. Pero los Evangelios son una experiencia viva, palpitante y profundamente personal. Si queremos encontrarnos con el Jesús vivo de la forma más poderosa posible, debemos aprender a situarnos allí, en cada escena, viendo, oyendo, oliendo y saboreando todo lo que está sucediendo, contemplando lo que cada persona de la escena está pensando, sintiendo, esperando, temiendo.
El Vía Crucis es una de las formas más sencillas, pero poderosas, de caminar en oración junto a Jesús y encontrarlo como nunca antes.
Hay catorce estaciones del Vía Crucis. Cada una es una invitación a contemplar y experimentar un momento crucial desde la condena de Jesús hasta su muerte y su entierro. Son una forma poderosa de adentrarse en algunos de los momentos más significativos de la historia de la humanidad y encontrarse con Jesús como nunca antes. Uno de los momentos más impactantes para rezar el Vía Crucis es durante la Semana Santa, especialmente el Viernes Santo.
Durante más de 1000 años, los católicos se han dedicado a rezar el Vía Crucis. Y durante más de 1000 años, este profundo ejercicio espiritual ha transformado vidas. Sumérgete en esta antigua y poderosa meditación sobre el sacrificio de Jesús y cambiará tu vida también.